10 claves sobre la Observación Montessori

Uno de los pilares fundamentales para la educación Montessori es la observación. El adulto funciona primordialmente como enlace entre el niño y su ambiente. Se da a la tarea de conectar al niño con el objeto adecuado en el momento adecuado. Esto lo logra por medio de la observación de las reacciones espontáneas del niño, de identificar su interés, y de conocer las habilidades, fuerzas y estilos de cada niño. 

La práctica de la educación Montessori sólo es posible cuando existe un observador experimentado guiando a los niños. Por medio de la observación podemos guiar la energía natural del niño para darle lo que necesita en ese momento particular de su vida. De acuerdo con Maria Montessori, el guía debe ser un observador desapegado y necesita saber qué es lo que sucede en cada rincón del ambiente, dándose cuenta tanto de las actividades del niño individualmente como de las actividades de los pequeños grupos de niños

La observación es para refinar nuestro pensar y nuestro entender, lo cual nos permitirá comprender las necesidades del niño y saber cómo responder a ellas. La observación nos lleva a remover los obstáculos que los niños enfrentan en su crecimiento y desarrollo, sin olvidar que nosotros -el adulto- podemos llegar a ser un gran obstáculo. La observación es la base de todos los planteamientos de Maria Montessori.

10 claves sobre la Observación Montessori

  1. Preguntarte si la observación ocupa un lugar habitual en tu vida cotidiana
  2. Considerar la observación no solo como una herramienta pedagógica sino que como un hábito de la propia vida cotidiana.
  3. Darse cuenta que existe una tridimensionalidad de la Observación, según lo que plantea Montessori Canela: Observación de mi interior (auto-observancia), Observación de mi exterior y la Observación del exterior.
  4. Profundizar en los aspectos de la auto-observancia que viene de la mano con todos los caminos que podamos recorrer para lograr el autoconocimiento y la presencia plena.
  5. La Observación de mi exterior es muy importante porque en esta frase me doy cuenta de todo lo que yo estoy interpretando de la realidad que estoy observando. por aquí pasan muchos filtros vinculados a las creencias, vinculados a los sentires, vinculados a las experiencias personales que hacen que a veces nos alejemos de la realidad que vive el niño.
  6. Cuando llegó ya a la observación del exterior, allí ya puedo identificar claramente lo que estoy observando versus lo que yo interpretó que observó. Entonces hay muchas formas de registro para poder constatar lo que está ocurriendo.
  7. Empiezo a generar diferentes tipos de recursos o herramientas de registro de observación, de tal manera que cuido por sobre todo no perder de vista el foco de Observación y además cuido que la Observación no sea un cúmulo de anotaciones sin sentido.
  8. La Observación siempre me tiene que servir para tomar decisiones, evaluar esas decisiones y volver a  observar.  El círculo es: me doy cuenta, me detengo, hago silencio, decido, tomo acción, implemento esa acción, evaluó y vuelvo a Observar. 
  9. ¿Cómo me doy cuenta que estoy observando realmente? porque no estoy proyectando ni recurriendo al pasado constantemente, entonces los registros de observación dan cuenta de los procesos de cada niño y niña, y por tanto estos registros de observación se transforman en un reporte o en un informe que luego se puede compartir con las familias. 
  10. Para poder observar necesito estar en presencia, para poder observar necesito darme cuenta también que existen formas de Observación pasivas y formas de observación activas y en función de la realidad cotidiana que yo tenga en el aula o en el espacio donde yo estoy a poder observar de una forma o de otra.

En la formación internacional de guías Montessori y en las de Co-guías damos mucho énfasis a los Observación Científica. A partir de aquí lo que vamos haciendo es que nunca comenzamos observando primero a los niños y a las niñas, sino que comenzamos observándonos a nosotros mismos, luego vamos a observar objetos, observamos a la naturaleza y sus fenómenos, después de mucho entrenamiento Observamos a un niño y luego al grupo. Es decir, que observar grupos humanos es algo complejo y es algo necesario para poder realmente personalizar los procesos educativos y para poder realmente escuchar, ser, ver y estar en presencia propia y con el otro sin perdernos en la presencia del otro. Esto se aplica no solo a las escuelas sino que también se aplica a todos los tipos de relaciones que tengamos, de amistad, de pareja, de madre, de padre e hijos.