¿Qué es lo que hace que en las escuelas Montessori existan bajos niveles Bullying?

Lo primero es el trabajo a nivel de desarrollo personal del adulto, sean madres, padres o maestras. Es importante entender que la educación es amor en toda la extensión de su significado, amor hacia uno mismo, amor hacia el otro, amor hacia lo otro. 

Y al hablar de educación vemos que trasciende tanto en el mundo exterior como hacia el mundo interior de cada persona. Esta preparación del adulto es esencial para que el Ambiente Preparado favorezca los procesos de desarrollo de niños y adolescentes. 

Es el adulto quien ha de transformarse en un puente entre el Ambiente y el niño, y para ello debe centrar su atención en la auto observancia y en la observación de su entorno. El autoconocimiento sumado al nivel de experticia que pueda ir adquiriendo a lo largo de los años, le ayudarán realmente a reconocer y cuidar el campo emocional que sostiene a cada niño y al grupo.

Todo el vínculo que se va generando entre adultos, niños y jóvenes necesita tener como punto de partida el darnos cuenta de cómo nos escuchamos a nosotros mismos y a los demás, porque esto nos permite reconocer las emociones que forman parte de este Ambiente Preparado Psíquico. El amor es parte del niño, es una fuerza vital que lo lleva a la construcción de su personalidad, y es parte de la naturaleza de los adultos porque una vez fueron niños.

Como adultos somos un referente para el niño-joven y hemos de prepararnos en las diferentes formas de promover una vida psíquica saludable que permita acompañar sus procesos emocionales, generando un clima de aceptación y profundo respeto por todo y por todos. Esta es la base para el inicio de cualquier tipo de aprendizaje, y es lo que en la Educación Montessori se conoce como “Proceso de Normalización”. 

Este proceso, si bien es cierto se prioriza en cada inicio de curso escolar, es interesante también considerar sus características a lo largo del tiempo, puesto que el Ambiente Preparado es un espacio vivo, tan dinámico como la vida misma de cada niño y por ello, constantemente estamos enfrentándonos a nuevas realidades. 

Es necesario recordar que la normalización incluye una serie de detalles (que ha de considerar el adulto) que permiten al niño ‘volver a la normalidad de su vida’; conocer este Ambiente a través del trabajo, de la exploración, de la interacción, le permite apropiarse de él, sentirse parte de este todo, y su corazón se sincroniza con su respiración, latiendo en calma. No hay temor, hay confianza y se disfrutan las nuevas experiencias. Lo que se conoce se comprende, y lo que se comprende también se ama. Por eso, en esta etapa de Normalización se promueve por una parte sentirse parte del Ambiente (y del grupo), y por otra parte es una invitación constante para habitarse uno mismo. Es algo que se da simultáneamente, por eso Maria Montessori decía que la normalización se logra gracias al trabajo.